El conocimiento de los conceptos básicos para la descripción y explicación de los sonidos desde la perspectiva fonética permite integrar los parámetros articulatorios y acústicos en diversos ámbitos de investigación. En los últimos años han surgido avances en el análisis instrumental, y a partir de éste ha sido posible dar cuenta de la producción y percepción de la señal acústica, que a la vez es un apoyo para la teoría fonológica. El ámbito hispánico carece de estudios de fonética acústica con datos de variedades específicas del español, de manera que las referencias para el análisis provienen principalmente de textos de fonética general o del español peninsular. Este planteamiento es el punto de partida para el libro
El primer capítulo está dedicado a precisar los conceptos básicos para el estudio de la fonética acústica; el segundo analiza los correlatos acústicos de las vocales, semivocales y semiconsonantes; posteriormente, en el capítulo tres se analizan los segmentos oclusivos. Las características de los sonidos fricativos, aproximantes y africados se exponen en el cuatro. La definición y correlación acústica-articulatoria de las consonantes nasales se observa en el cinco. Finalmente, en el capítulo seis se aborda la definición y caracterización acústica y articulatoria de los segmentos líquidos laterales y vibrantes. Cabe mencionar que en cada uno de los capítulos se hace una revisión de los conceptos básicos y antecedentes de distintos trabajos tanto del español peninsular como de la variedad venezolana.
Un punto que es importante considerar es la fuente de datos utilizada para el análisis que se propone en los distintos capítulos. Los datos provienen del
En el capítulo 1, Elsa Mora presenta una introducción y desarrollo de los conceptos básicos para el análisis acústico; a saber, sonido, onda periódica simple, ondas periódicas complejas -periódicas y aperiódicas-, así como las características físicas y perceptibles de los sonidos periódicos complejos -altura, intensidad y timbre. Una de las aportaciones de este trabajo preliminar es la presentación de la serie de pasos para el análisis espectrográfico, que resulta útil para la interpretación de los ejemplos mostrados en el análisis de sonidos vocálicos y consonánticos.
En el capítulo 2, Darcy Rojas y Emmanoelia Palma exponen las características de las vocales y
La definición acústica y articulatoria de las consonantes oclusivas se expone en el capítulo 3.
En este capítulo, Hernán Martínez y Gabriel Lamuño presentan los valores de duración en
milisegundos para las oclusivas sordas y sonoras, con mediciones desde la fase implosiva
hasta la fase posterior a la explosión. Los promedios registrados son 84.42 ms. para las
sordas y 56.65 ms. para las sonoras (p. 60). Estos valores son mayores a la duración
promedio de 78.7 ms. y de 45.2 ms. para las sonoras, asentados por
Por otro lado, se calcula el valor del VOT (
El capítulo 4 está dedicado a las consonantes fricativas, aproximantes y africadas. Nelson Rojas y María Fernanda Fernández exponen las características acústicas y articulatorias de estos sonidos en el español venezolano. En primer lugar, señalan las pistas que permitirán clasificar acústicamente las realizaciones de las consonantes fricativas /f/, /s/, /ʝ/, /h/, a saber, la frecuencia (en las transiciones de F2 y F3), intensidad y duración. En los resultados presentados se hace evidente la variabilidad de los promedios en función del contexto. En el caso de la intensidad, las realizaciones de los fonemas fricativos tienen valores de: 68 dB para /ʝ/; 60 dB para /s/; 56 dB para /h/; y 54 dB para /f/. Cabe mencionar que estos valores pueden variar dependiendo del contexto -inicial absoluto, intervocálico o postnuclear (p. 84). El parámetro de intensidad también se considera pertinente para las consonantes aproximantes [β], [ð] y [ɣ]. Se observa un descenso en los promedios en relación con la posteridad del segmento, de manera que [β] tiene la mayor intensidad (67 dB); en segundo lugar la consonante [ð] registra un promedio de 65 dB; y la menor intensidad se registra en [ɣ] con 61 dB.
El problema de la caracterización de las consonantes nasales se plantea en el capítulo 5. Desde el punto de vista acústico, y de acuerdo con el análisis de datos, Andrés Algara y Alessio Chinelato mencionan que una cualidad espectral es la presencia de un F1 que se sitúa alrededor de los 200 Hz (p. 106). Llama la atención que se haga referencia a la variabilidad de los valores motivada por las condiciones de obtención de datos, de manera que sugieren “predeterminar el valor de F0 y el rango vocálico de cada hablante” (p. 107). Para la descripción propuesta se toma en cuenta la transición y el murmullo nasal; para la primera se observa que la vocal tónica favorece un promedio más alto en la transición inicial, en comparación con las transiciones de las vocales átonas a las nasales. Para el parámetro de murmullo nasal se observa que los valores promedio de la frecuencia del primer y segundo formantes, se manifiestan en orden descendente: mayores para la nasal alveolar [n], seguida de la bilabial [m] y, finalmente, de la palatal [ɲ]. De manera inversa, para el F3, el promedio más alto se registra en la nasal palatal, mientras que las frecuencias más altas en el F4 se sitúan en la alveolar, seguidas de la palatal y de la bilabial (p. 110).
En el capítulo 6, dedicado a las consonantes líquidas laterales y vibrantes, María Alejandra Blondet, Darcy Rojas y Diana Lee Briceño presentan las características acústicas y articulatorias de estos sonidos en el español venezolano. La articulación de las consonantes líquidas en la zona anterior de la cavidad bucal da lugar a un descenso en el valor del F2. Los valores promedio para éste son de 1474 Hz en la lateral, 1293 Hz en la vibrante múltiple y 1414 Hz en la vibrante simple. Estos promedios son similares a los valores medios del F2 de las vocales anteriores del español venezolano (p. 132). Para las consonantes laterales, se describen las frecuencias promedio de los tres primeros formantes: 301 Hz para el F1, 1474 Hz para el F2 y 2353 Hz para el F3. Al establecer la comparación con otras variedades del español, se hace notorio que los valores son menores a los registrados en el español peninsular: 328 para el F1, 1561 para el F2 y 2587 para el F3 (
La descripción de las consonantes vibrantes toma en cuenta el contexto vocálico adyacente. En la variedad venezolana, los valores del F1 registran un promedio de 386 Hz en el contexto de vocales altas y de 440 Hz en el de la vocal baja. En lo que respecta a los valores del F2, el promedio es de 1216 Hz con vocales posteriores y de 1316 Hz con vocales anteriores (p. 130). La mayor diferencia entre estos promedios y los del español peninsular se observa en el F2, que registra 1100 Hz en vocales posteriores y 1600 Hz en vocales anteriores (
En suma, el trabajo en conjunto logra cumplir con el objetivo de exponer un panorama de los sonidos del español venezolano. Si bien todavía es notable la influencia de los trabajos del español peninsular, los resultados de los análisis en cada sección se pueden tomar como base para futuras investigaciones y complementarse con el análisis estadístico, variacionista, etc. Asimismo, se podría considerar extender el análisis propuesto a otros estilos de habla y diferentes metodologías.