Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación
Hasta ahora, la mayoría de los estudios de s/θ en el ataque silábico en Andalucía se ha centrado en el comportamiento de estas sibilantes dentro de sus fronteras; sin embargo, pocas investigaciones se ocupan del resultado de las mismas al entrar en contacto con un sistema diferente, el del español normativo centro-peninsular. Este trabajo estudia la realización de s/θ en posición inicial de sílaba en el discurso de los presidentes del Gobierno y ministros de origen andaluz en Madrid entre 1923 y 2011. Los resultados alcanzados revelan una convergencia hacia el estándar nacional en que la solución predominante es la distinguidora, seguida muy de lejos del seseo y con apenas representación del ceceo. Los resultados también señalan que el estilo personal del orador constituye el factor de influencia más significativo.
Until now, most of the studies of s/θ at the beginning of the syllable in Andalusia have focused on the behavior of these sibilants within its borders. However, few investigations have considered their outcome when coming into contact with a different system, such as the Castilian standard variety. This article aims to study the realization of s/θ in syllable-initial position in the speech of the Andalusian prime-ministers and ministers in Madrid between 1923 and 2011. The results show a convergence towards the national standard pronunciation, where the predominant solution is distinction, followed very far behind by
Este trabajo se centra en el análisis del comportamiento de las sibilantes s/θ en posición inicial de sílaba en el discurso de un conjunto de personalidades políticas de origen andaluz asentadas en la capital madrileña en un marco temporal comprendido entre 1923 y 2011, que institucionalmente abarca desde el inicio de la dictadura de Miguel Primo de Rivera hasta el fin del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Es decir, pretendemos conocer las dimensiones sociolingüísticas del funcionamiento del seseo, el ceceo y la distinción en hablantes de zonas vernáculas tradicionalmente ligadas a esta variación tras residir en otra que sólo cuenta con una solución, la distinguidora, considerada también como más prestigiosa en el español europeo peninsular. Respecto de esto último, no debemos olvidar que, al menos desde los Siglos de Oro, se ha otorgado mayor peso como modelo a una determinada variedad del español (el castellano central y norteño) frente a sus otras variedades (
En este sentido, seguimos a
“La convergencia va en consonancia con la adquisición de grados más altos de educación formal y la más intensa exposición a los medios de comunicación” (
Por lo demás, nos parece interesante que, a pesar de los numerosos estudios acerca de la modalidad lingüística andaluza, de la pronunciación de los andaluces, de las diferencias de esta modalidad en el territorio andaluz y de sus límites a nivel geográfico (
Algo semejante viene ocurriendo con el discurso político que, a pesar de ser un tema de estudio que está disfrutando de bastante atención en los últimos años, se enfoca casi exclusivamente en el ámbito pragmático y léxico, deteniéndose apenas en el componente fónico (
Los fonemas /s/ y /θ/ en posición inicial de sílaba pueden presentar dos soluciones en el español de Andalucía: la realización diferenciada de ambos o su reducción fonológica a una única articulación, ya sea hacia /s/, el llamado
Atendiendo a la evolución histórica, conviene recordar que el seseo y el ceceo son consecuencias del reajuste de las sibi lantes medievales en Andalucía. Son muchos los autores que han atendido este fenómeno del que casi todos los historia dores de la lengua y estudiosos de las hablas andaluzas se han hecho eco (
De este modo, el seseo y el ceceo son fenómenos propios de Andalucía desde sus inicios
Si nos adentramos un poco más en la cuestión del prestigio, observaremos que no todos los rasgos andaluces poseen el mismo grado de aceptación, y eso depende de dos factores fundamentales: “la generalización territorial y el prestigio social de cada rasgo” (
En tal sentido, si desde el punto de vista sociolingüístico encontramos un gran polimorfismo respecto de estas variantes, no resulta más simple la de su reparto
De la aproximación que acabamos de realizar a la cuestión del seseo-ceceo puede deducirse el enorme grado de complejidad geográfica y sociolingüística que ésta ofrece (
En líneas generales, este estudio seguirá la metodología variacionista (véanse
Desde el punto de vista sincrónico, se hará una descripción del uso del habla por los informantes distribuidos en etapas históricas, mientras que en el plano diacrónico se examinarán los diversos cambios que se hayan producido a partir de la segunda década del siglo pasado.
La existencia en Andalucía de los fenómenos de distinción, seseo y ceceo implican, en la práctica, el tratamiento conjunto de dos variables fonéticas dependientes: la /s/ y la /θ/. De este modo, para que el análisis cuantitativo sea posible, es necesario considerar las variantes de forma separada. Con el fin de simplificar el estudio, tomando como referencia a
La clasificación alofónica que presentamos se basa en la percepción. Primero, se procedió a aislar los segmentos fónicos objeto de estudio mediante el programa Audacity (
Por último, es importante mencionar que para obtener los datos específicos sobre cuáles son las variables independientes que resultan significativas en la elección de las variables dependientes /s/ o /θ/, realizaremos un análisis estadístico
La muestra está constituida por una serie de personalidades de procedencia andaluza renombradas en el mundo de la política y cuyo cargo relacionado con esta profesión las ha llevado a asentarse permanentemente o a residir un tiempo en la capital madrileña. Concretamente, la conforma la totalidad de los jefes de Estado, presidentes (y vicepresidentes) del Gobierno y ministros andaluces entre 1923 -dictadura de Miguel Primo de Rivera, cuando tenemos la primera grabación de un político andaluz gracias a la entonces Radio Madrid, hoy Cadena Ser- y 2011, fin del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Sobra decir que sólo han sido objeto de estudio aquellas personalidades de las que hemos podido obtener algún texto oral, ya que algunas se remontan muy atrás en el tiempo y nos ha sido imposible recopilar material sonoro para el estudio. Asimismo, nos gustaría incidir en que la amplitud de la muestra viene dada rigurosamente por los límites del estudio, ya que no se puede aumentar a placer el número de representantes andaluces en Madrid con las características mencionadas, como podría pasar en otro tipo de estudios. En total, tenemos 35 hablantes: 5 jefes de Estado o presidentes del Gobierno y 30 ministros (incluimos en esta última cifra al único vicepresidente del Gobierno con el que contamos)
Antes de pasar a presentarlos individualmente, se hace necesario recordar que el siglo XX es una época bastante compleja desde el punto de vista histórico, político e ideológico en España, con numerosos cambios de gobiernos con ideologías muy diferentes y varios regímenes que van desde la dictadura hasta la democracia, con una guerra civil de por medio (
Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (Jerez de la Frontera, Cádiz): Jefe de Gobierno entre 1923 y 1930.
Niceto Alcalá-Zamora y Torres (Priego de Córdoba, Córdoba): presidente de la II República entre 1931 y 1936.
Diego Martínez Barrio (Sevilla): presidente interino de la II República española de abril a mayo de 1936 y presidente de la II República en el exilio desde 1945 hasta 1962.
Fernando de los Ríos Urruti (Ronda, Málaga): ministro de diferentes carteras entre 1931 y 1933. Entre 1945 y 1946 formó parte del Gobierno en el exilio en calidad de ministro de Estado.
Alejandro Lerroux García (La Rambla, Córdoba): ministro de Estado en 1931. Entre 1933 y 1935 ocupó tres veces la presidencia del Gobierno, además de las carteras de Guerra y Estado.
8 hablantes en total, todos ellos ministros:
José Solís Ruiz (Cabra, Córdoba): ministro Secretario General del Movimiento desde 1957 a 1969. Manuel Lora-Tamayo Martín (Jerez de la Frontera, Cádiz): ministro de Educación y Ciencia desde 1962 a 1968. Julio Salvador y Díaz-Benjumea (Cádiz): ministro del Aire de 1969 a 1974. Adolfo Baturone Colombo (San Fernando, Cádiz): ministro de la Marina desde 1969 a 1973. Julio Rodríguez Martínez (Armilla, Granada): ministro de Educación y Ciencia entre 1973 y 1974. José Utrera Molina (Málaga): ministro de Vivienda en 1973 y ministro Secretario General del Movimiento de 1974 a 1975. León Herrera Esteban (Jaén): ministro de Información y Turismo desde 1962 hasta 1975. Rafael Cabello de Alba y Gracia (Montilla, Córdoba): ministro de Hacienda en 1974 y vicepresidente segundo del Gobierno entre 1974 y 1975.
3)
5 hablantes, todos ministros:
José Luis Leal Maldonado (Granada): ministro de Economía y Hacienda entre 1979 y 1980. José Pedro Pérez-Llorca Rodrigo (Cádiz): ocupó varias carteras entre 1979 y 1982. Félix Manuel Pérez Miyares (Huelva): ministro de Trabajo de 1980 a 1981. Manuel Francisco Clavero Arévalo (Sevilla): ministro de Cultura y ministro adjunto para las Regiones de 1979 a 1980. Antonio Fontán Pérez (Sevilla): ministro de Administración Territorial entre 1979 y 1980.
6 hablantes en total, 1 presidente y 5 ministros:
Felipe González Márquez (Sevilla): presidente del Gobierno entre 1982 y 1996. Alfonso Guerra González (Sevilla): vicepresidente del Gobierno de 1982 a 1991. José Barrionuevo Peña (Berja, Almería): ocupó diferentes carteras entre 1982 y 1991. Rosa Conde Gutiérrez del Álamo (Ronda, Málaga): ministra Portavoz del Gobierno de 1988 a 1993 (primera ministra andaluza mujer). Manuel Chaves González (Ceuta) Cristina Alberdi Alonso (Los Rosales, Sevilla): ministra de Asuntos Sociales de 1993 a 1996.
4 hablantes, todos ministros:
Manuel Ramón Pimentel Siles (Sevilla): ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de 1999 a 2000. Francisco Javier Arenas Bocanegra (Sevilla): ocupó diferentes carteras entre 1996 y 2004. Celia Villalobos Talero (Arroyo de la Miel, Málaga): ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de 2000 a 2002. Cristóbal Montoro Romero (Cambil, Jaén): ministro de Hacienda de 2000 a 2004.
7 hablantes, todos ministros:
José Montilla Aguilera (Iznájar, Córdoba): ministro de Industria, Turismo y Comercio de 2004 a 2006. María del Carmen Calvo Poyato (Cabra, Córdoba): ministra de Cultura de 2004 a 2007. Magdalena Álvarez Arza (San Fernando, Cádiz): ministra de Fomento de 2004 a 2009. Trinidad Jiménez García-Herrera (Málaga): ocupó diferentes carteras entre 2009 y 2011. Valeriano Gómez Sánchez (Arroyo de Ojanco, Jaén): ministro de Trabajo e Inmigración de 2010 a 2011. Rosa Aguilar Rivero (Córdoba): ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino de 2010 a 2011. Bibiana Aído Almagro (Alcalá de los Gazules, Cádiz): ministra de Igualdad de 2008 a 2010.
Con el fin de facilitar la lectura y, para que sirva como guía, mostramos a continuación una tabla que resume la clasificación presentada:
Miguel Primo de Rivera Niceto Alcalá-Zamora Diego Martínez Barrio Fernando de los Ríos Alejandro Lerroux
José Luis Leal José Pedro Pérez-Llorca Félix Manuel Pérez Manuel Francisco Clavero Antonio Fontán
Manuel Pimentel Javier Arenas Celia Villalobos Cristóbal Montoro
José Solís Manuel Lora-Tamayo Julio Salvador Adolfo Baturone Julio Rodríguez José Utrera León Herrera Rafael Cabello de Alba
Felipe González Alfonso Guerra José Barrionuevo Rosa Conde Manuel Chaves Cristina Alberdi
José Montilla M. Carmen Calvo Magdalena Álvarez Trinidad Jiménez Valeriano Gómez Rosa Aguilar Bibiana Aído
Una vez seleccionada la muestra, se ha llevado a cabo la recopilación de un corpus de textos orales que abarca 6 minutos de grabación de cada político. Estas grabaciones son, en buena parte, antiguas, únicas y en su mayoría constituyen un verdadero hallazgo sonoro, ya que en algunos casos están entre las primeras muestras orales que tenemos de hablantes andaluces. Asimismo, muchas son muestras exclusivas de algunas personalidades (como ocurre, por ejemplo, con Primo de Rivera o Martínez Barrio). En estos casos, al igual que sucedía con el tamaño de la muestra, el tiempo de grabación de cada hablante nos viene impuesto por la cantidad de muestras sonoras encontradas que, si bien en los políticos modernos es relativamente abundante, en otros numerosos casos es muy exigua. Por este motivo, hemos tratado de unificar el tiempo de escucha de todos los informantes para que tal aspecto no constituya un sesgo en el estudio de la diferencia de duración de los fragmentos entre unos y otros
En cuanto a las fuentes de este corpus, todos los textos orales han sido extraídos del
En cuanto a este punto, somos conscientes de que el presente estudio habría sido mucho más completo si hubiéramos recogido también el discurso informal o coloquial de estos hablantes. Sin embargo, nos cuesta imaginar que esto sea posible en la mayoría de los casos (piénsese en Miguel Primo de Rivera, en los ministros franquistas o incluso en los del primer Gobierno de la Democracia), por no hablar de que en el resto supondría de igual modo una complicación extrema, ya que casi todo lo que encontramos de estas personalidades son entrevistas, mítines, discursos, etc., y pocos o ningún documento sonoro hay antes de que se dedicaran al mundo de la política.
Con vistas a la investigación, nos interesa el resultado de las dos variables dependientes descritas: la pronunciación de /s/ y /θ/ en posición inicial de sílaba, que se pondrán en relación con una serie de variables independientes tenidas en cuenta habitualmente en los estudios de corte variacionista (véanse
Las de carácter lingüístico son:
La posición de la sibilante en la palabra: si se encuentra en posición inicial (como en sereno La presencia o no de más de una sibilante diferente en la misma palabra, es decir, si encontramos /s/ y /θ/ en el mismo término, como en El número de sílabas que tiene la palabra. El acento de la sílaba donde se encuentra la sibilante. Aquí tenemos tres posibles opciones: que sea sílaba tónica (como en El género textual, dividido en discurso o entrevista, que, recordemos, sólo es posible a partir de 1966, ya en el Franquismo. Sexo: si se trata de hombres o de mujeres. De nuevo, esto es únicamente posible después del gobierno de Adolfo Suárez, ya que encontramos la primera mujer ministra en 1988, cuando Rosa Conde es nombrada Portavoz en el gobierno de Felipe González, bien entrada la Democracia. El balance final es sustancial, puesto que en conjunto contamos con 27 hombres y únicamente 8 mujeres. La fecha, estructurada por etapas históricas, según la división presentada en el apartado referente a la metodología. La zona vernácula a la que se adscriben los presidentes y ministros.
Esta última variable trata de dar cuenta de las características idiolectales de los informantes de la muestra. Probablemente, es la que presenta más dificultad a la hora de aplicar la metodología, ya que no podemos saber con seguridad si los hablantes son originalmente seseantes, ceceantes o distinguidores (especialmente los más antiguos, muchos ya fallecidos); incluso de los ministros modernos, más accesibles, no encontramos muestras orales antes de dedicarse al mundo de la política. Lo ideal en este caso sería saber si los hablantes pertenecían a un entorno seseante, ceceante o distinguidor antes de trasladarse a Madrid, ya sea por la zona de Andalucía a la que se adhieren o por la variedad que practicaban sus familias. Tengamos en cuenta que en muchas zonas convive más de una solución y en otras la diferencia viene dada por la estratificación social, como ya comentamos a propósito de ciudades como Málaga (
Como ya hemos mencionado en el apartado referido a las cuestiones metodológicas, se han considerado de manera independiente las realizaciones de /s/ y /θ/ en posición inicial de sílaba, por lo que también presentaremos los resultados de forma separada.
Tenemos aquí dos posibles resultados: que se mantenga la pronunciación como la [s] del estándar o como [θ] (lo que se conoce como ceceo).
Hay ocho resultados totales de pronunciación de /s/ como [θ] de un total de 3 549 casos estudiados, lo que supone un 0.2% del porcentaje total. Es un resultado importante, ya que nos muestra que el ceceo es casi inexistente en el discurso de los políticos andaluces en Madrid, lo cual no sorprende si tenemos en cuenta el estigma asociado a esta solución, principalmente en hablantes que son personajes públicos reconocidos. La propia Academia nos dice que “el ceceo se considera vulgar, y los hablantes andaluces escolarizados que no distinguen, sesean” (
Para concretar más, hemos encontrado un caso de realización en [θ] de /s/ en Felipe González (
Aunque sabemos que no es estadísticamente representativo, porque los casos de /s/ como [θ] son demasiado pocos, el único factor o variable que resulta significativo mediante la prueba de X2 es aquel que tiene en cuenta si hay más de una sibilante diferente en la palabra: de los ocho casos de ceceo, cinco se dan en palabras que además de una sinicial poseen una interdental (concretamente en
De un total de 2 718 casos estudiados, en 2 036 se mantiene la pronunciación de /θ/ como [θ], y en 682, ésta se pronuncia como [s]. Los resultados reflejan que existe un 25.1% de /θ/ como [s] (seseo) y que la preferencia por la solución interdental es predominante, ya que supone un 74.9% del total.
Estos resultados también muestran que la distinción es la gran protagonista en la configuración del uso de las sibilantes por parte de los presidentes y ministros andaluces en Madrid, seguida de lejos del seseo, mientras que la solución ceceante, como hemos visto, apenas aparece. Estos datos no deben sorprendernos, sobre todo si pensamos que en ciudades tradicionalmente ligadas a la norma seseante, como es el caso de Sevilla,
De los 8 factores o variables independientes estudiados, según el análisis bivariante realizado mediante la prueba de χ² de Pearson, 4 de ellos resultan significativos y 4 cuatro no.
En cuanto a lo mostrado en la
Etapa histórica Zona vernácula Sexo Número de sílabas Acento de la sílaba Género textual
Posición en la palabra
Sibilantes diferentes en la palabra
Siguiendo esta línea, ofrecemos de nuevo los resultados generales descartando esta vez a los políticos de zona distinguidora: ahora tenemos un 72.7% de distinción frente a un 27.7% de la solución seseante, es decir, observamos un 2.2% más en la subida general del seseo. En cuanto a la zona vernácula, como mostramos en la
29.1% 25.8% 27.3% 100% 100% 100%
Seseante
(16)
/θ/ como [θ]
809
1008
1817
70.9%
74.2%
72.7%
Fenómeno
/θ/ como [s]
332
350
682
1141
1358
2499
Sig.= 0.035
En la
En cuanto a los resultados del seseo, parece lógico, además, que los hablantes de zonas seseantes se decanten en un porcentaje alto por esta solución (29.1%), pero resulta un tanto sorprendente que, de igual modo, los hablantes adscritos a una zona vernácula ceceante, seseen en más de un 25% de los casos, porcentaje nada despreciable. Tal fenómeno puede deberse aque el prestigio normativo de la variedad seseante es superior al de la ceceante y que, por ello, tienda a estar presente entre los hablantes de elevada condición sociocultural, aunque pertenezcan a una zona tradicional de ceceo (
La primera variable o factor que ha resultado significativo tras la zona vernácula ha sido la que tiene en cuenta la posición de la sibilante en la palabra. El análisis muestra un 9.1% más de seseo en posición media que inicial, pues en ésta es de un 19%, y en posición media, de un 28.1%, como aparece en la
81.0% 71.9% 72.7% 19% 28.1% 27.3% 100% 100% 100%
/θ/ como [θ]
171
1646
1817
Fenómeno
/θ/ como [s]
40
642
682
211
2288
2499
Sig. = 0.002
Pasamos ahora a comentar la siguiente variable significativa de este fenómeno, referente al sexo del hablante, que presentamos en la
75.1% 65.6% 72.7% 24.9% 34.4% 27.3% 100% 100% 100%
/θ/ como [θ]
1399
418
1817
Fenómeno
/θ/ como [s]
463
219
682
1862
637
2499
Sig. = 0.002
Observamos que las mujeres sesean un 9.5% más que los hombres, dato interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que, tradicionalmente, según los estudios sociolingüísticos, éstas han apostado por las soluciones de mayor prestigio (
Por último, nos ocuparemos de la variable “etapa histórica”, que ofrece uno de los resultados más llamativos de nuestro estudio. La
Observamos cómo el seseo alcanza su máximo rendimiento en el Franquismo (42.3%), mientras que su registro mínimo tiene lugar justo después, en el gobierno de Adolfo Suárez (1.6%). Vuelve a aumentar en el de Felipe González (33.1%) y a disminuir en el de José M. Aznar (24.5%) para, de nuevo, crecer en el de Rodríguez Zapatero (33.4%). En la
89% 57.7% 98.4% 66.9% 75.5% 66.6% 72.7% 11% 42.3% 1.6% 33.1% 24.5% 33.4% 27.3% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
/θ/ como [θ]
226
345
380
343
210
313
1817
Fenómeno
/θ/ como [s]
28
253
6
170
68
157
682
254
598
386
513
278
470
2499
Sig. = 0.000
Antes de dar por válido este resultado, también nos hemos preguntado si sería posible que estos datos se derivaran de que en algunos gobiernos haya habido un número significativamente más elevado de hablantes de zonas seseantes que en otro; por ejemplo, que el gobierno de Suárez, el que menos casos de seseo presenta, haya tenido menos hablantes de zonas seseantes que el Franquismo, período en que aparece el porcentaje más alto, pero, al revisar el caso detenidamente, comprobamos que no ocurre así, pues se encuentran cantidades similares de hablantes de ambas zonas en todos los gobiernos.
Aunque después debamos matizar la interpretación, si nos centramos en el análisis bivariante estricto, parece que la solución de las sibilantes en el ataque silábico en la Democracia resulta clara: los gobiernos más conservadores optan por la distinción normativa en un mayor porcentaje que aquellos que están más asociados a la izquierda española. Lo que parece más difícil de explicar es el porcentaje de seseo tan elevado que encontramos en el Franquismo, caracterizado por ser un régimen tradicionalista, católico, nacionalista y autoritario, por supuesto mucho más conservador que la Democracia. En este sentido, podemos aventurar varias hipótesis:
Al ser una dictadura cuyos representantes no son electos, sino impuestos, éstos pueden permitirse el no adecuarse a la norma prestigiosa tradicional distinguidora. Esta hipótesis, que complementa la anterior, se refiere al papel de los medios de comunicación ( La tercera hipótesis sigue otros derroteros y estaría relacionada con la construcción de la identidad nacional franquista. No pocos estudios históricos defienden que, en el ámbito europeo, el espacio ideológico de los nacionalismos pasa primero por una reafirmación de los elementos regionales, de los que se nutre. Para el caso español, quienes han tratado la cuestión del regionalismo como mecanismo nacionalizador han sido
En el caso particular del Franquismo,
Así, el nuevo Régimen surgido de una guerra civil tiene varios frentes abiertos, entre ellos el plurilingüismo en el territorio nacional. Esto explicaría que fenómenos como el seseo no tuvieran en absoluto relevancia y se tendiera a marginarlos algo menos que en otras etapas históricas.
Estas tres hipótesis pueden parecer suficientes para fundamentar el mayor apego a las soluciones andaluzas vernáculas en la etapa franquista; sin embargo, intentaremos ahondar más en esta cuestión e ir un paso más allá.
Hasta ahora, en nuestro estudio, sólo hemos tenido en cuenta variables bien delimitadas que ofrecen un número reducido de niveles de respuesta. Con vistas al análisis de efectos, éstas se clasifican en lo que se conoce como “efectos fijos”. Sin embargo, hay algunas variables con un número elevado de “posibles niveles” que agrupan los datos de cierta manera y que, por tanto, deben tratarse de diferente forma, como “efectos aleatorios”. Tenemos la posibilidad de combinar en el estudio estos dos tipos de efectos, los fijos y los aleatorios, para obtener lo que se denomina en estadística un “modelo de efectos mixtos”.
Para arrojar más luz sobre el comportamiento lingüístico de los hablantes de la muestra y ahondar, entre otras cosas, en el porcentaje tan elevado de seseo que encontramos en algunas etapas históricas, hemos decidido ir un paso más allá y realizar un análisis de efectos mixtos que tuviera en cuenta, además de las variables fijas ya consideradas, dos variables o predictores aleatorios: el individuo o la persona, por un lado, y la difusión léxica, por otro, puesto que consideramos que estos dos factores pueden ser de vital importancia en virtud de las características de la muestra. Este cálculo se ha realizado con el programa Rbrul (
Antes de comenzar con el análisis de efectos mixtos como tal, nos parecería interesante hacer un análisis de efectos fijos puros que nos diera como resultado los pesos probabilísticos de cada factor o variable considerada. Por ello, hemos seleccionado todos los que conforman el estudio, los que han resultado significativos y los que no, para ver si se produce algún cambio respecto del análisis bivariante, pues la regresión logística sopesa las variables en su conjunto y los resultados en ocasiones pueden variar. Esto nos proporcionará los factores ordenados según una jerarquía determinada por la fuerza de factor.
Por lo demás, como comentábamos anteriormente, presentamos dos modelos de efectos mixtos, uno que considera los factores fijos estudiados hasta ahora, en combinación con la variable aleatoria “persona”, y otro con la variable aleatoria “difusión” o “ítems léxicos”. Inicialmente, presentaremos la significatividad arrojada por cada uno de los tres modelos tenidos en cuenta y, posteriormente, pasaremos a comentar de manera individual aquellos que consideran las nuevas variables. En la
Modelo de EFECTOS FIJOS puros
ANÁLISIS DE RESPUESTA(S) DE UN NIVEL CON PREDICTOR(ES):
Modelo de efectos mixtos con EFECTO ALEATORIO “PERSONA”
ANÁLISIS DE RESPUESTA(S) DE UN NIVEL CON PREDICTOR(ES): Persona [aleatorio] y
Modelo de efectos mixtos con EFECTO ALEATORIO “DIFUSIÓN LÉXICA”
ANÁLISIS DE RESPUESTA(S) DE UN NIVEL CON PREDICTOR(ES): Difusión léxica [aleatorio] y
En el primer nivel de análisis, el que atiende únicamente a los predictores fijos, vemos que el orden de significatividad es, en primer lugar, la etapa histórica, seguida de la zona vernácula, el sexo, la posición y el género discursivo. Debemos recordar que este último predictor no había resultado significativo en el análisis bivariante previo, pero en esta nueva prueba, que comprende los factores de manera conjunta, sí que lo ha sido, bien que en última posición. Básicamente, a excepción de lo anterior, los resultados son muy parecidos a los que ya teníamos, y parece, además, que la etapa histórica es el componente con mayor influencia en la elección de la pronunciación de las sibilantes. No presentamos aquí los datos concretos ofrecidos por cada nivel dentro de un predictor ni tampoco los
Pasando ahora al modelo de efectos mixtos que considera tanto los fijos anteriores como el predictor “persona” de manera aleatoria, tenemos un resultado que difiere bastante: en este caso, la única variable significativa ha derivado en el género textual, curiosamente, una de las que no lo fueron al inicio del análisis. Además, ni la etapa histórica, la zona vernácula, la posición o el sexo lo han sido. Esto significa que el factor individual es claramente determinante y que, una vez que entra en juego, sólo depende de él si se trata de un discurso o de una entrevista, lo cual es lógico, pues está íntimamente ligado con el discurso del hablante lo anterior también se relaciona con el estilo personal del orador, que examinaremos más adelante. En este resultado encontramos la clave para el hecho de que algunos gobiernos patrocinen el seseo, y otros, la distinción; y es que parece que el componente individual, es decir, la “persona”, es lo realmente importante, puesto que anula el resto de variables anteriores.
El análisis de efectos mixtos que contempla la variable aleatoria “difusión léxica” ha vuelto a arrojar resultados muy similares a los que teníamos al considerar los efectos fijos, tanto en el análisis bivariante como en regresión logística con Rburl, ya que en éste resultan significativos exactamente los mismos predictores que antes con el análisis de efectos fijos puros. Por tanto, parece que la “persona” es el factor aleatorio más determinante en este caso, pues hace que cambie la significatividad de todo lo tenido en cuenta anteriormente.
Para ahondar más en este resultado y representarlo de una manera más visual, ofrecemos la
T. Jiménez
6.93
66
1
0.999
A. Baturone
5.225
130
0.923
0.993
M. Álvarez
3.737
107
0.757
0.97
D. Martínez
3.566
22
0.864
0.965
M. Chaves
3.287
83
0.916
0.954
A. Guerra
2.917
74
0.878
0.934
J. Solís
2.54
84
0.857
0.907
J. Salvador
2.474
53
0.811
0.901
J.L Leal
1.87
87
0.011
0.833
C. Villalobos
1.77
85
0.659
0.819
M. Clavero
1.638
45
0.044
0.798
A. Fontán
1.582
85
0.035
0.789
M. Primo de R.
1.495
54
0.111
0.774
J. Barrionuevo
0.144
75
0.067
0.47
J. Arenas
0.049
98
0.061
0.447
F. de los Ríos
-0.193
86
0.023
0.388
F. Pérez
-0.633
87
0
0.29
F. González
-0.711
111
0.162
0.274
R. Cabello de A.
-0.795
96
0.177
0.258
A. Lerroux
-0.896
2
0
0.239
J. Pérez-Llorca
-1.424
82
0
0.156
J. Utrera
-1.496
67
0.015
0.147
R. Aguilar
-1.64
67
0.075
0.13
M. Pimentel
-1.665
95
0.063
0.127
C. Calvo
-1.694
64
0.078
0.124
R. Conde
-1.794
71
0.07
0.113
N. Alcalá-Zam.
-2.459
90
0.011
0.062
J. Rodríguez
-2.923
85
0
0.04
J. Montilla
-2.995
88
0
0.037
B. Aído
-2.997
78
0
0.037
M. Lora-Tamayo
-3.074
83
0
0.034
C. Alberdi
-3.446
99
0.01
0.024
misc. 1
N = 2499; g.l = 15; intercepta = -2.242; proporción global= 0.273
misc. 2
Log. Likelihood = -606.657; AIC = 1247.314; AICc = 1247.507; Dxy fijo = 0 Dxy total = 0.917 R2 fijo = 0.187 R2 aleatorio = 0.597 R2 total = 0.784
En el primer caso, para los resultados de los individuos o personas, tenemos que de los 32 presidentes y ministros considerados (recordemos que hemos eliminado 3 de zona vernácula distinguidora), 15 ofrecen coeficientes positivos, por lo que favorecen el seseo: Trinidad Jiménez, Adolfo Baturone, Magdalena Álvarez, Diego Martínez Barrio, Manuel Chaves, Alfonso Guerra, José Solís, Julio Salvador, José Luis Leal, Celia Villalobos, Manuel Clavero, Antonio Fontán, Miguel Primo de Rivera, José Barrionuevo y Javier Arenas. Por su parte, 16 de ellos arrojan coeficientes negativos: Fernando de los Ríos, Félix Pérez Miyares, Felipe González, Rafael Cabello de Alba, Alejandro Lerroux, José Pedro Pérez-Llorca, José Utrera, Rosa Aguilar, Manuel Pimentel, Carmen Calvo, Rosa Conde, Niceto Alcalá-Zamora, José Montilla, Bibiana Aído, Manuel Lora-Tamayo y Cristina Alberdi. La tabla presenta los coeficientes ordenados del más alto al más bajo, por lo que la ministra que más favorece el seseo es Trinidad Jiménez y, la que menos, Cristina Alberdi.
Por lo demás, no deja de llamar la atención que Felipe González se sitúe en una posición tan baja, a pesar de la imagen lingüística de andaluz que se suele tener de él.
Según puede advertirse en la
En el caso concreto del Franquismo, si bien en líneas generales, tenemos que cuatro ministros desfavorecen el seseo (Rafael Cabello de Alba, José Utrera, Julio Rodríguez y Manuel LoraTamayo) y que tres lo patrocinan (Adolfo Baturone, José Solís y Julio Salvador). Tenemos que los tres que favorecen esta solución se encuentran muy arriba en la tabla, por lo que sus resultados de /θ/ como [s] son bastante altos, mientras que sólo dos ministros franquistas de los que desfavorecen el seseo se encuentran muy abajo: Julio Rodríguez y Manuel Lora-Tamayo. Por su parte, Rafael Cabello de Alba y José Utrera, aunque con coeficiente negativo, se sitúan a mitad de la tabla. En el resto de gobiernos contrasta, por ejemplo, la diferencia tan marcada entre Martínez Barrio y Alcalá Zamora en la República; entre José Luis Leal y José Pérez-Llorca en el gobierno de Suárez; entre Celia Villalobos y Manuel Pimentel en el de Aznar; y en el de González, entre el propio presidente y su segundo, Alfonso Guerra, o entre los ministros Chaves y Alberdi, los más alejados entre sí. Por último, en el de Zapatero, son muy grandes las diferencias, por ejemplo, entre Trinidad Jiménez y Bibiana Aído.
Pasaremos ahora a comentar el segundo predictor aleatorio que hemos considerado, el referente a la “difusión léxica”. Antes de presentar los datos concretos, debemos decir que, para llevar a cabo este análisis, hemos seleccionado los términos con una frecuencia superior a un porcentaje del 0.5%, que suele ser el más estándar en trabajos de este tipo. Para tal índice, 33 palabras tuvieron una frecuencia de repetición superior a esta cifra. Las presentamos en la
parecer
5.565
29
1
0.996
empezar
3.039
12
1
0.952
conciencia
2.197
18
0.778
0.896
negociación
1.147
10
0.2
0.75
ciento
0.966
29
0.379
0.715
cinco
0.878
15
0.4
0.696
hacer
0.538
103
0.408
0.62
necesitar
0.358
13
0.462
0.577
socialista
0.353
18
0.444
0.576
investigación
0.299
29
0.414
0.563
nacional
0.172
15
0.333
0.531
especial
0.101
15
0.267
0.513
Difícil
0.055
13
0.231
0.502
Servicio
0.033
12
0.417
0.496
relación
-0.026
17
0.294
0.482
organización
-0.041
23
0.348
0.478
decisión
-0.044
22
0.364
0.477
entonces
-0.071
17
0.176
0.47
preciso
-0.155
19
0.316
0.45
conocer
-0.244
16
0.25
0.428
situación
-0.404
19
0.211
0.389
social
-0.408
19
0.263
0.388
solución
-0.64
15
0.2
0.335
sociedad
-0.788
34
0.206
0.303
Decir
-0.809
68
0.118
0.298
científico
-0.975
15
0.067
0.265
Social
-1.006
31
0.129
0.259
Ofrecer
-1.057
17
0.059
0.249
Participación
-1.131
17
0.176
0.235
Internacional
-1.206
18
0.111
0.222
Necesario
-1.214
14
0.071
0.221
Ciencia
-1.699
13
0
0.149
Ciudad
-2.13
19
0
0.102
misc. 1
N = 2499; g.l = 15 intercepta = -1.789; probablilidad del input centrado = 0.273.
misc. 2
Log. Likelihood = -1220.906 AIC = 2471.811 AICc = 2472.005 Dxy fijo = 0 Dxy total = 0.544 R2 fijo = 0.322 R2 aleatorio = 0.292 R2 total = 0.614
Para el segundo predictor de carácter aleatorio, el referente a los ítems léxicos, tenemos que de los 33 considerados, 14 presentan un coeficiente positivo, es decir, favorecen el seseo, en tanto que para 19 ítems es negativo y, por tanto, lo desfavorecen. El primer grupo está encabezado por los términos
El estudio de la realización de las sibilantes /s/ y /θ/ en situación inicial de sílaba en los jefes de Estado, presidentes del Gobierno y ministros de origen andaluz entre 1923 y 2011 en Madrid reveló, en cuanto a los resultados de /s/ inicial, un porcentaje de ceceo casi inexistente: 0.2%, mientras que los de /θ/ inicial mostraron un predominio de la distinción (74.9%), seguida del seseo, que presenta el 25.1%, bastante significativo, máxime si tenemos en cuenta que viene a coincidir con los datos más recientes del nivel educativo alto para una ciudad andaluza tan representativa como es Sevilla
En líneas generales, se observa una clara preferencia por la distinción normativa, seguida del seseo y la supresión casi total del ceceo, por lo que se confirma nuestra hipótesis de partida de que hay una convergencia hacia el estándar nacional y el abandono (al menos parcial) de los rasgos dialectales propios al entrar en contacto una u otra variedad diferente del español (
En el análisis bivariante, cuatro factores de los ocho estudiados resultaron significativos en la articulación de las sibilantes en el ataque silábico: el primero fue la zona vernácula, donde inicialmente observamos que los hablantes de zona distinguidora no ofrecían variación alguna, toda vez que mantenían la solución etimológica castellana en el 100% de los casos. Asimismo, recogemos una distinción del 70.9% en los políticos de zonas vernáculas seseantes y del 74.2% en los ceceantes. En los hablantes de zona ceceante, además, se documenta un 25.8% de seseo, aunque no se refleja el ceceo vernáculo. Hemos de advertir que este resultado debe interpretarse con cautela, puesto que nos basamos en datos generales para la diferenciación geográfica, si bien no podemos saber realmente la variedad vernácula a la que se adscribían los diferentes políticos andaluces antes de llegar a Madrid. De todas formas, la diferencia porcentual entre unos y otros, y el hecho de que los catalogados como “distinguidores” hayan arrojado un 100% de esta solución, indica que no nos hallamos muy desencaminados, al menos en lo que a las zonas distinguidoras y seseantes (donde hay porcentajes de seseo junto a la distinción) se refiere, pese a que no ocurre así en las zonas ceceantes, pues en ellas no se documentan datos de /s/ como [θ]. Esto puede deberse, bien al abandono de esta variante, más estigmatizada por estas personas de elevado nivel social, bien a que los políticos de la muestra nunca fueran ceceantes, ya que debemos recordar que el
El segundo factor significativo fue el que tenía en cuenta la posición de la sibilante en la palabra, puesto que se da un 9.1% más de seseo en sílaba media que en sílaba inicial. Ya hemos dicho que esto puede deberse a factores relacionados con la fonética sintáctica, en que la pausa previa al inicio de palabra permite a los hablantes elegir la articulación con más seguridad. El tercero fue el sexo, ya que las mujeres ofrecen un porcentaje de seseo (un 9.5%) mayor que el de los hombres. Este resultado se presenta un tanto divergente en relación con algunos estudios sociolingüísticos que muestran que son las mujeres quienes más se adaptan a los rasgos estándares, en tanto que los hombres patrocinan lo vernáculo en mayor medida, si bien estos datos podrían indicarnos que la variedad seseante goza de cierta estima en los políticos andaluces en Madrid.
En cuarto y último lugar se sitúa la etapa histórica, que muestra porcentajes muy distintos en la elección de la solución distinguidora o seseante el seseo, por ejemplo, goza de su más alto índice de aparición en el Franquismo (42.3%), pero llega a su porcentaje más bajo en la etapa inmediatamente posterior, el gobierno de Adolfo Suárez (1.6%). En general, aunque en todas las épocas predomina la distinción, parece que los gobiernos más conservadores de la etapa democrática más reciente apuestan por ella en un porcentaje mucho más elevado: hay una diferencia de un 31.5% entre los gobiernos de Adolfo Suárez y Felipe González, y de un 8.6% entre los de este último y José María Aznar, por ejemplo. Como hemos dicho, el caso del Franquismo es particular ya que, a pesar de ser la etapa más conservadora, es también la que más patrocina el seseo. Hemos aventurado varias hipótesis que van desde la poca relevancia de los medios de comunicación en la época, pasando por tener en cuenta que se trata de un régimen que no necesita del voto del pueblo para mantenerse en el poder, lo que hace que la imagen lingüística sea menos importante, hasta el apunte de que los nacionalismos europeos se sirven de los regionalismos para construir su espacio ideológico, que en el caso español no pocas veces se identificaba con lo andaluz. Todo ello ayudaría a entender el alto porcentaje de la variedad seseante en esta etapa.
De cualquier forma, hemos decidido dar un paso más para explorar dos variables de carácter aleatorio: el factor “persona” o “individuo” y “difusión léxica”. La primera ha resultado especialmente relevante, ya que al entrar el predictor individual en juego todos los factores anteriores han dejado de resultar significativos. Esto nos indica que el peso de la persona concreta es muy determinante, mucho más que la posición de la sibilante, la etapa histórica, el sexo o la zona vernácula. Es un resultado lógico, puesto que estamos ante personajes públicos en los que el factor “estilo” tiende a ser personal (
Concluimos poniendo de manifiesto que en el futuro convendría seguir realizando una labor de búsqueda de textos orales antiguos para ahondar en esta cuestión, así como consideramos que sería interesante estudiar la articulación /θs/ en los nuevos políticos andaluces en Madrid para observar su desarrollo sociolingüístico.
Hay otra posible solución, que es la que resultaría en una aspirada ([h]), es decir, el llamado jejeo (véase
Para información más detallada sobre esta cuestión, recomendamos consultar
No está claro cuál de los dos se dio en primer lugar, o si se manifestaron ambos al mismo tiempo, aunque han surgido varias hipótesis al respecto que recogen
Realizado con el paquete estadístico IBM SPSS 20.
Realizadas con Rbrul.
En un inicio, la muestra comprendía a 61 políticos en total, pero de muchos de ellos (todos anteriores a la etapa democrática) nos fue imposible encontrar documentos sonoros
Lo consideramos como un político andaluz, ya que en 1945, cuando nació, Ceuta aún pertenecía administrativamente a Cádiz.
Nuestra idea inicial era que esos 6 minutos estuvieran divididos en 3 minutos de discurso y 3 de entrevista para todos ellos, con el fin de captar las posibles diferencias entre ambos géneros. Sin embargo, de los políticos que conforman el estudio, únicamente encontramos entrevistas ya bien avanzado el Franquismo, concretamente en 1966, con José Solís. Y es que debemos tener en cuenta que la fecha en la que ostentan su cargo algunos de ellos se remonta bastante en el tiempo, cuando no era tan habitual recopilar material sonoro; en estos casos, hemos optado por analizar 6 minutos completos de discurso. De igual modo, si en alguna ocasión no ha sido posible obtener minutos de audio suficientes para completar este tiempo propuesto (es lo que ha ocurrido con Martínez Barrio, por ejemplo), trabajaremos con el material disponible, aunque corresponda a un tiempo menor.
Debemos agradecer al fonetista Tomás Navarro Tomás, director de la Biblioteca Nacional durante la Guerra Civil, la formación de un
En adelante, todos los términos citados son ejemplos reales extraídos del corpus de estudio.
Aquí entendida /s/ desde la perspectiva etimológica castellana, es decir, nos estamos refiriendo a aquellos casos en los que aparece la grafía
/θ/ aquí entendida desde la perspectiva etimológica castellana, es decir, nos estamos refiriendo a aquellos casos en los que aparecen las grafías
Esta cifra alude al número de hablantes de cada zona.
Marcamos en negrita aquellos predictores que han arrojado significatividad, es decir, que están por debajo de 0.05
Todos estos datos se hallan a disposición de la autora.