En este artículo se estudia la historia textual del poema “Testamento” de Valle-Inclán a partir de una relación actualizada de los testimonios de la tradición directa del texto, para luego editar el primer y desconocido testimonio impreso del poema. Se llega a la conclusión de que tanto los autógrafos como los impresos son en realidad copias de manuscritos de trabajo todavía en una fase redaccional, y se desvelan al menos dos estados genéticos cuya datación se intenta precisar. Asimismo, se presentan argumentos que parecen revelar que los testimonios impresos muestran diversas alteraciones debidas a la manipulación de sus editores.
This paper studies the textual history of the poem “Testamento” by Valle-Inclán. It presents a list of the printed and hand-written evidence of the direct tradition of the text and it edits the first (previously unknown) printed version of the poem. It is concluded that the autographs of the poem as well as the posthumous versions are in fact copies of rough drafts and not definitive texts. This indicates the existence of two separte stages in the writing of the poem, the dating of which this paper attempts to establish. Arguments are put forward to suggest that diverse alterations due are to manipulation on the part of the editors.
El poema “Testamento” de Ramón del Valle-Inclán no fue publicado en vida de su autor*. Pese a ello, acaso sea el texto poético más conocido del escritor gallego. Su continuada aparición en estudios académicos y, especialmente, su presencia en infinidad de obras de divulgación,
Ante la situación que se acaba de describir, este artículo aspira a aclarar la historia textual de “Testamento” presentando todos los testimonios de la tradición directa del texto de los que tengo noticia con información revisada y actualizada. Entre estos testimonios, se edita el primer impreso del poema, versión desconocida hasta la fecha en el ámbito académico, aparecida en la revista
En octubre de 1932, Valle-Inclán enfermó tan gravemente, que un periodista le ofreció a la portera de la casa en que vivía cinco duros si le comunicaba antes que a nadie la noticia de su muerte. Don Ramón se enteró de este hecho y escribió al mismo tiempo que estos versos y en las mismas cuartillas los que se reproducen en otro lugar de este número con el título de “Testamento” (
“Réquiem” fue publicado en la revista
La imagen del autógrafo de
Testamento
Te dejo mi cadáver. Reportero
El dia que me lleven a enterrar <la cueva>
Fumarás a mi costa un buen veguero,
Te darás en la Rumba un buen yantar.
<y a mi muerte te {fumas} una {breva}>
X X X
Y luego de cenar<te> con mi fiambre,
Adobado en tu prosa gacetil,<sin gramatica>
Humeando el puro, satisfecha el hambre,
Me injuriara tu dicharacho vil.<lengua epigramatica>
X X X
Te dejo mi cadaver. Verme ingrato
Harto de mi carroña, ingenuamente
Dirás gustando del bicarbonato:
Que Don Miguel no muera de repente. //
Estas tres estrofas ofrecen una versión distinta y alternativa de los mismos elementos presentes en el autógrafo publicado en 1954: el ataque al periodista que injuriará la memoria del escritor y de cuya muerte se beneficia, la mala calidad de su prosa, el banquete macabro, fumar el puro, el bicarbonato. Desaparecen la mención al restaurante La Rumba (quizá demasiado localista), el insulto directo al reportero (“verme ingrato”, ya tachado en
La carta que contiene el poema fue hallada en la colección “Rodríguez Porrero” de la Biblioteca de Bartolomé March, cuando ésta se encontraba en Madrid, pero en la actualidad está ilocalizable
¡Caballeros, salud y buena suerte!
Da sus últimas luces mi candil,
Ha colgado la mano de la Muerte,
papeles en mi torre de Marfil. //
Le dejo al tabernero de la esquina
para adornar su puerta, mi laurel.
Mis palmas al balcón de una vecina,
A un loco de guardilla, mi oropel.
X X X
Para ti mi cadáver, reportero.
Si humo las glorias de la vida son
Tú te fumas mi gloria en un veguero,
Y te comes mi herencia en un figón.
X X X
Y después de cenarte mi fiambre
Adobado en retórica vanal,
Humeando el puro, satisfecha el hambre,
Haces con mi mortaja carnaval.
X X X
Y al tirar la colilla, con el chato
A medio consumir en el mantel,
Dirás gustando de bicarbonato,
-¡Que ahora no la diñe Don Miguel!
Conociendo la forma de trabajo del creador gallego, es muy posible que existieran varios manuscritos de trabajo del poema, ninguno de ellos definitivo; pero lo que parece indudable es que el texto no fue redactado unos días antes de su muerte o el 2 de enero de 1936, como se ha dicho
Valle-Inclán recitó uno de los borradores del poema a Josefina Carabias en una fecha indeterminada de 1933. La periodista utilizó este episodio autobiográfico como tema central de su necrológica aparecida en la revista
Precisamente estaba escribiendo una cosa que te va a gustar. Son unos verzoz que tú te encargaráz de publicar cuando yo me muera.
-Pero don Ramón, ¿qué dice usted?…
-Lo que oyes. Llevo unos días malos. Estoy aburrido, triste, y me divierto pensando en la muerte. Tú no te haces cargo de la serie de tonterías que se van a escribir cuando yo me muera… Por zupuezto que organizaréis eso que se llama una encuesta. Y habrá qué ver las contestaciones… ¡Qué cosas dirán aprovechándose de que yo ya no podré contestar! Pero, en fin, te voy a leer el verso.
Don Ramón despegó la cabeza de las almohadas, hizo una pausa en el continuo sobo de su barba, que ya era completamente blanca, y comenzó a leer. Nunca se me olvidará que los versos empezaban así:
Reportero, te dejo mi cadáver… (
Josefina Carabias se quedó tan desconcertada por la lectura que no se atrevió a coger la cuartilla, que el autor volvió a leer delante de un grupo de amigos:
Pero no me los dio [los versos], ni yo me atreví a pedírselos. Mi cariño hacia don Ramón estaba por encima de todos los éxitos periodísticos. Ahora lo siento, y no ciertamente por eso. Lo siento porque aquella cuartilla manuscrita, que decía cosas extraordinarias, hubiera sido un magnífico recuerdo de don Ramón del Valle Inclán (
Tras una breve semblanza del Valle-Inclán más familiar, la periodista se dirige a su hijo Carlos:
Tú, que ya eres un hombrecito, serás, sin duda, quien mire y repase los papeles escritos que ha dejado tu padre. Cuando tropieces con una cuartilla que comienza diciendo:
El hecho de que Josefina Carabias recuerde una sola cuartilla manuscrita y que identifique el comienzo del poema con el apóstrofe al reportero parece señalar que Valle-Inclán leyó una versión del borrador de
Tras la lectura de estas citas, es evidente que el artículo de Carabias publicado en
Tras el fallecimiento del escritor, se lanzaron variopintos proyectos de homenaje póstumo, la mayor parte de los cuales no pasó de la fase de propuesta bienintencionada. Una de las iniciativas más serias fue la de realizar una edición póstuma de obras de Valle-Inclán que podría recoger los inéditos que poseía la familia. Esta idea partió del Ayuntamiento de Madrid, que entonces gobernaba una gestora municipal, como recogen prácticamente todos los medios periodísticos madrileños ya para el 8 de enero de 1936. Desde Galicia, algunos admiradores del escritor consideraron que eran sus paisanos los que debían encargarse de la tarea al haberse frustrado el objetivo de donarle un pazo en vida
25-I-936
Sr. D. Manuel Machado
Distinguido amigo: Desde hace días me mortifica una duda que solo a usted puedo confiar, y solo usted, con su fino espíritu, puede resolver. ¿Convendría publicar los versos: “Reportero te dejo mi cadáver”? El volumen del tomo apenas aumentará, pero la ironía despectiva que encierran, pudiera suscitar molestias desagradables. Al menos este es mi temor y a usted se lo confío. Más tarde, entre otras cosas inéditas como cartas, artículos, etc. podría incluirse eso. Ahora, en un libro de homenaje, ¿debe ir?
Busco en usted al amigo leal de siempre, al consejero autorizado, al artista de sensibilidad exquisita capaz de apreciar este matiz espiritual y su decisión de usted me parecerá inapelable.
Con el mayor afecto estrecha su mano Josefina Blanco
Viuda de Valle-Inclán
(
Esta carta permite comprobar que un manuscrito del poema era conservado por la familia y que Josefina consideraba que el poema se encontraba en un estado pre-editorial. El primer verso de “Testamento” que cita, “Reportero te dejo mi cadáver”, coincide con el mencionado por Josefina Carabias y se acerca más al testimonio de
En l’article de Josefina Carabias es feia referència a un poema que la mort de Valle-Inclan havia deixat inèdit. Res més no havíem sabut d’aquesta composició inèdita de l’autor d’
Trobant-se actualment a Barcelona Luis Ruiz Contreras, hem volgut entrevistar-nos amb ell per tal de saber què havia de cert sobre l’existència del poema inédit de Ramón del Valle-Inclan. L’autor de
Luis Ruiz Contreras ha tingut la gentilesa de lliurar-nos l’esmentat poema, així com una prosa seva que publicarem la vinent setmana
Ruiz Contreras había mantenido una larga amistad con el escritor gallego, al que había conocido en Madrid a finales del siglo XIX
Te dejo mi cadáver, reportero.
El día que me lleven a enterrar,
fumarás a mi costa un buen veguero;
te darás en “La Rumba” un buen yantar.
Y después de cenarte mi fiambre
adobado en retórica banal,
humeando el puro y satisfecha el hambre
le rifas mi mortaja a un carnaval.
Y al tirar la colilla, con el chato
a medio consumir en el mantel,
dirás, gustando del bicarbonato:
¡Que ahora no la diñe don Miguel…!
Para ti mi cadáver, reportero,
mis anécdotas todas para ti.
¡Le sacas a mi entierro más dinero
que en mi vida mortal yo nunca vi!
(Si humo las glorias de la vida son,
tú te fumas mi gloria en un veguero
y te das un banquete en un figón.)
Caballeros: salud y buena suerte;
da sus últimas luces mi candil;
¡ha colgado la mano de la Muerte,
papeles en mi torre de marfil!
Le dejo al tabernero de la esquina,
para adornar su puerta, mi laurel;
mis palmas al balcón de una vecina,
y a una máscara loca, mi oropel.
Como se puede observar,
Para ti mi cadáver, reportero. Si humo las glorias de la vida son Tú te fumas mi gloria en un veguero, Y te comes mi herencia en un figón. Para ti mi cadáver, reportero, mis anécdotas todas para ti. ¡Le sacas a mi entierro más dinero que en mi vida mortal yo nunca vi! (Si humo las glorias de la vida son, tú te fumas mi gloria en un veguero y te das un banquete en un figón.)
Esta adición y recolocación del inciso resulta extraña en un poema tan regular desde el punto de vista de sus rimas en los dos autógrafos conservados. En ambos manuscritos, el escritor gallego coloca tras cada serventesio tres cruces con la intención de indicar con claridad la separación estrófica. De igual forma, esta estrofa irregular no aparece con frecuencia en la poesía del autor, por lo que conviene subrayar su presencia como posible indicio de que la transcripción fue realizada por persona ajena que quizá haya manejado un borrador de trabajo que incluía reescrituras, como se ha visto en el manuscrito de
Por último, en
La versión
Este cambio estructural en la combinación de las estrofas podría deberse a la mano del editor o del autor. Creo que es más probable el primer supuesto, ya que la referencia a Unamuno cierra los dos autógrafos conocidos y constituye un final sumamente efectivo del poema que no está en
Hacía días le había preguntado uno de ellos [periodistas malos y cínicos]:
-¿Cuándo la diñamos don Ramón?
Parece que, impresionado por el desacato de aquellas insolencias, según contó a sus hijos, escribió estos versos, que ellos me han dado y que estaban dedicados a esos imprudentes y malos reporteros (
La información proporcionada por los hijos del escritor a Ramón, ya en la posguerra, no concuerda con las noticias del documento de la carta de Pérez de Ayala, al cual habría que otorgar un mayor valor testimonial por tratarse de un autógrafo que transmite la voz propia del autor y no del recuerdo de los que entonces eran unos adolescentes. Aunque Ramón no es muy preciso en la datación, hipotéticamente se podría deducir que el incidente con el periodista habría tenido lugar entre agosto de 1933 y marzo de 1934.
Ramón Gómez de la Serna Buenos Aires
Victoria 1970
Tel. 47. 4775
Mi querida Mariquiña:
Muchas gracias por sus referencias a esos versos admirables de su padre, nuestro gran Don Ramón.
Está bien que consulte con Jaime por si pudieran completarse, pues tienen la inmensa amargura que merecía la España literaria que no se portó como debía con él y logró que se fuera más pronto de lo que debía haberse marchado.
Estoy frente a un caballete lleno de retratos de él, procreando mi sonambúlica obra de admiración y justicierismo.
Con muchos recuerdos a su esposo es su muy devoto Ramón
Muchos recuerdos de Luisita.
El recorte que le envío está un poco mal recortado pero se puede leer
(
Ramón, que se encuentra inmerso en la redacción de la biografía, agradece a la hija de Valle-Inclán sus referencias sobre “unos versos” que creo que sólo pueden ser, por el contenido de la carta y por el prólogo del libro, “Testamento”. El poema se prestaba muy bien no sólo al procedimiento adivinatorio de exploración de imágenes sucesivas, sino al propósito declarado de su autor de hacer una “obra de admiración y justicierismo” que anuncia en la misiva (
Este proyecto biográfico de Gómez de la Serna ha de enmarcarse necesariamente en el contexto de la recepción del último Valle-Inclán, el esperpéntico, y del debate generado en las necrológicas del autor, cuando la crítica literaria de ideología conservadora sólo reconoció la importancia de la obra del escritor gallego en un plano formal y estilístico, pero denigró su persona y denostó su figura pública, al tiempo que los sectores más progresistas de la izquierda, desde la moderada a la radical, y los escritores vanguardistas vieron en el creador asimismo un modelo de escritor crítico, responsable y comprometido con la sociedad de su tiempo (
Gómez de la Serna reproduce en su transcripción dos de los serventesios y parte del tercero del testimonio de
El poema “Testamento”, reproducido en un artículo de Isabel de Ambía dos años después, publicado en
Te dejo mi cadáver, reportero.
El día que me lleven a enterrar,
fumarás a mi costa un buen veguero; 1. Te dejo mi cadáver, reportero.
2. El día que me lleven a enterrar,
3. fumarás a mi costa un buen [veguero, te darás en “La Rumba” un buen . te darás en la “Rumba” un buen [yantar. [yantar. Y después de cenarte mi fiambre 5. Y después de cenar con mi [fiambre, adobado en retórica banal, humeando el puro y satisfecha el 6. adobado en retórica sutil,
7. humeando el puro, satisfecha el [hambre [hambre, le rifas mi mortaja a un carnaval. 8. me injuriará tu dicharado vil. Y al tirar la colilla, con el chato a medio consumir en el mantel, 9. Y al dejar la colilla con el chato,
10. a medio consumir, sobre el [mantel, dirás, gustando del bicarbonato:
¡Que ahora no la diñe don Miguel…! 11. dirás, gustando bicarbonato,
12. “¡Que no la diñe ahora don [Miguel!”. Para ti mi cadáver, reportero, mis anécdotas todas para ti. ¡Le sacas a mi entierro más dinero que en mi vida mortal yo nunca vi! (Si humo las glorias de la vida son, tú te fumas mi gloria en un veguero y te das un banquete en un figón.) 13. Para ti mi cadáver, reportero,
14. mis anécdotas, ¡todas para ti!
15. Le sacas a mi entierro más dinero
16. que en mi vida mortal nunca vi. Caballeros: salud y buena suerte; da sus últimas luces mi candil; ¡ha colgado la mano de la Muerte, papeles en mi torre de marfil!
Le dejo al tabernero de la esquina, para adornar su puerta, mi laurel; mis palmas al balcón de una vecina, 17. Caballeros, salud y buena suerte.
18. Da sus últimas luces mi candil.
19. Ha colgado la mano de la muerte
20. papeles en mi torre de marfil.
21. Le dejo al tabernero de la esquina,
22. para adornar su puerta, mi laurel.
23. Mis palmas, al balcón de una [vecina, y a una máscara loca, mi oropel. 24. y a una máscara loca, el oropel.
Las otras diferencias, como se puede comprobar en el cotejo, constituyen ligeras variantes estilísticas
Esta versión del famoso “Testamento” de don Ramón es la primera que se saca directamente de las cuartillas originales en las que quedan todavía algunas variantes de interés (
Esta versión del famoso “Testamento” de don Ramón fue la primera que se sacó directamente de las cuartillas originales, facilitadas por Carlos del Valle-Inclán, el hijo del escritor, en las que quedan todavía algunas variantes de interés (
Parece evidente, en primer lugar, que Gaspar Gómez de la Serna no conocía la publicación de
En segundo lugar, el texto es semejante al que se reproduce en la carta de Valle-Inclán a Pérez de Ayala, aunque con tres variantes estilísticas sustanciales que podemos considerar, con alta probabilidad, variantes de autor:
PA A un loco de guardilla,
[mi oropel.
PA Y te comes mi herencia
[en un figón.
PA Haces con mi mortaja
[carnaval.
GGS a una máscara loca,
[mi oropel.
GGS y te das un banquete
[en un figón.
GGS me rifas mi mortaja
[en carnaval.
Si en primer lugar se tienen en cuenta las declaraciones del editor en las que comunica que está manejando un borrador con variantes; si en segundo, se advierte que el testimonio
El testimonio de Ramón Gómez de la Serna (
Sin el espacio necesario para el comentario o discusión de cada una de las variantes, se imponen en este momento una serie de conclusiones. Se ha podido constatar que la historia textual del poema presenta una gran complejidad derivada de una tradición mixta y paralela. En la actualidad, se conocen dos testimonios autógrafos de “Testamento” (
¡Caballeros, salud y buena suerte! Da sus últimas luces mi candil, Ha colgado la mano de la Muerte, papeles en mi torre de Marfil. // Caballeros, salud y buena suerte. Da sus últimas luces mi candil. Ha colgado la mano de la muerte papeles en mi torre de marfil. Caballeros, ¡salud y buena suerte! Da sus últimas luces mi candil, ha colgado la mano de la muerte, papeles en mi torre de marfil. Le dejo al tabernero de la esquina para adornar su puerta, mi laurel. Mis palmas al balcón de una vecina, A un loco de guardilla, mi oropel.
X X X Le dejo al tabernero de la esquina, para adornar su puerta, mi laurel. Mis palmas, al balcón de una vecina; a una máscara loca, mi oropel. Le dejo al tabernero de la esquina Para adornar su puerta, mi laurel. Mis palmas al balcón de una vecina; a una máscara loca, mi oropel. Para ti mi cadáver, reportero. Si humo las glorias de la vida son Tú te fumas mi gloria en un veguero, Y te comes mi herencia en un figón.
X X X Para ti, mi cadáver, reportero. (Si humo las glorias de la vida son, tú te fumas mi gloria en un habano.) Para ti mi cadáver, perro ingrato, Para ti mi cadáver, reportero. Si humo las glorias de la vida son, tú te fumas mi gloria en un veguero y te das un banquete en un figón. Y después de cenarte mi fiambre Adobado en retórica vanal, Humeando el puro, satisfecha el hambre, Haces con mi mortaja carnaval.
X X X que después de cenar con mi fiambre, adobado en tu prosa gacetil, humeando el puro, satisfecha el hambre y harto de mi carroña, ingenuamente, Y después de cenarte mi fiambre adobado en retórica banal, humeando el puro, satisfecha el hambre, me rifas mi mortaja en carnaval. Y al tirar la colilla, con el chato A medio consumir en el mantel, Dirás gustando de bicarbonato, –¡Que ahora no la diñe Don Miguel! dirás, gustando del bicarbonato: “¡Que don Miguel no la diñe de repente!” Y al tirar la colilla, con el chato a medio consumir, en el mantel, dirás gustando del bicarbonato: –¡Que ahora no la diñe Don Miguel!
Tras el estudio de la historia de la tradición del texto, se puede conjeturar que tanto los autógrafos como los impresos serían en realidad borradores de trabajo, con sus previsibles reescrituras, vacilaciones o tanteos, incluido
Sin embargo, los testimonios impresos parecen implicar un trabajo de edición o arreglo de tales materiales. Los diferentes editores han transcrito un texto que presentan como definitivo, obviando las reescrituras fruto de variantes de lectura sustanciales, como señala con suma claridad Gaspar Gómez de la Serna en sus notas. Ninguno realiza una transcripción diplomática del poema. No se puede descartar por ello la manipulación de los editores, quienes probablemente hayan tenido que tomar decisiones en su labor de copia o, por el contrario, hayan hecho una lectura errónea de los manuscritos (si éstos no estaban especialmente limpios). Así parece probarlo, si comparamos todos los testimonios, el inciso de tres versos que se ha analizado anteriormente, pues podría ser, en un borrador desconocido, una alternativa sin resolver o una variante de autor inmediata, que en
Con independencia de todo ello, la documentación indirecta y los testimonios analizados revelan al menos dos estados genéticos del poema, probablemente consecutivos, con variantes de lectura: uno más breve, con un texto de tres estrofas centrado en la crítica del reportero mezquino -testimonio
El único testimonio sin correcciones
Utilizo las siglas
Se ofrece un estudio de esta revista cultural y de opinión en
También se reproduce un autógrafo de una tarjeta dirigida a Azorín y un breve fragmento del final del poema “Era el postrer momento”, que se transcribe completo.
Que un texto breve se extienda por varias cuartillas es práctica habitual en los borradores de este autor, ya que uno de sus rasgos caligráficos más distintivos es el uso de un tamaño de letra muy grande y el poco aprovechamiento del espacio material de la hoja, lo que le fuerza a la utilización de muchas cuartillas en sus documentos redaccionales.
Lo que contradice afirmaciones de algunos estudios que mencionan el poema: “Sin ninguna enmienda ni tachadura, con letra apretada y vacilante, parecen escritas de un solo aliento, con la forma expresiva dominada y sapiente” (
Transcripción que se basa en una imagen en blanco y negro y que tendría que ser necesariamente contrastada con el autógrafo original al que no he tenido acceso. Símbolos utilizados: // fin de cuartilla; < > adición; { } lectura hipotética. Los manuscritos del archivo familiar de Valle-Inclán se encuentran depositados en la Biblioteca Xeral de la Universidad de Santiago de Compostela.
La opción contraria es menos plausible, pero no se puede descartar.
Según me informa Fausto Roldán, director de la Biblioteca de la Fundación Bartolomé March, la misiva no formaba parte de los fondos trasladados desde Madrid a Palma de Mallorca.
La transcripción ha sido revisada por Antonio Gago Rodó, quien en su momento pudo consultar el autógrafo y a quien agradezco su amable colaboración.
Solamente Valle-Inclán podría haber hecho una última revisión del poema redactado con anterioridad.
Tras el fallecimiento del escritor, el diario
Sin embargo, conviene destacar que hay algunas contradicciones entre la situación temporal de la anécdota que se presenta en la necrológica -una encuesta para
Como muestra, “Ejemplo para los Ayuntamientos gallegos. El de Madrid organizará un homenaje en memoria de Valle-Inclán”.
Por ejemplo, en “Vecinos sin concejales… El homenaje a la memoria de D. Ramón está en marcha”.
En el contexto del homenaje planeado por el Ayuntamiento de Madrid,
El semanario
Un año antes, el semanario había publicado a raíz de la muerte del escritor un artículo necrológico anónimo (“Valle-Inclán”) y una interesante necrológica de Josep M. Sagarra, que estudia
Este testimonio fue localizado durante una investigación sobre las necrológicas de Valle-Inclán (
Efectivamente, Ruiz Contreras publicará en la revista el artículo titulado “El banc del «si no fos»”, también en la sección “Les Lletres”.
Se estudia la relación de Ruiz Contreras con Ramón del Valle-Inclán y Josefina Blanco en
Con variante:
“¡Hidalgo de capa rota / y morador de guardilla / que por falta de golilla / la ropilla se descota! / ¿Cómo tras tanto cilicio / la sangre no se le fríe? / ¿Cómo ríe? Y si se ríe, / ¿cómo ríe y tiene juicio? / El casero, que no es lerdo, / quiere que le satisfaga, / y viendo que no le paga / sostiene que no está cuerdo: / el bachiller Bobadilla, / el que habita con su ama / el cuarto bajo, le llama / «El loco de la Guardilla»” (
El testimonio es muy conocido y se reproduce más adelante en este artículo con
En palabras de
Es el único testimonio de los conservados que recoge, por ejemplo, las lecciones presentes en
La edición de
“Dicharado [dicharacho], gustando [del o de] bicarbonato”. Es posible que exista asimismo una errata en “que en mi vida mortal [yo] nunca vi” (endecasílabo).
Esta práctica tan extraña puede deberse a motivos de composición tipográfica. La estrechez de la columna en la composición de la página de la revista no permite reproducir el verso completo en la misma línea.
Algunas variantes podrían explicarse como medio para conseguir la regularidad métrica del endecasílabo:
En
Pudo haberse recogido a partir de la memorización del poema.
Con la excepción de
Recordemos que el de
* Este trabajo se enmarca en las labores del Proyecto de Investigación FFl2015-63673-P “El retrato literario en el mundo hispánico (siglos XVIII-XXI)”, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España.